June is Brain Awareness Month

By Kathy Attar, Program Manager, Eco-Healthy Child Care®

June 2023

The month aims to bring awareness to Alzheimer’s disease and brain health in general. 

Neurobehavioral problems, like autism, attention-deficit hyperactivity disorder (ADHD), and dyslexia, affect about 10-15% of children born today. Genes play a role in some of these disorders – but only about 40% of the disorders can be accounted for by genes alone, so the environment plays a significant role in affecting brain health. 

There is strong evidence of a connection between neurodevelopmental disorders in children and exposure to these chemicals: Lead, Methylmercury, Polychlorinated biphenyls (PCB), Arsenic, Chlorpyrifos and DDT (pesticides), polybrominated diphenyl ethers (flame retardants), Bisphenol-A, and Phthalates. 

These brain-damaging chemicals are commonly found in our food, water, soil, paint, cleaning and personal care products, art supplies, furniture, toys, and many other everyday items. 

The developing brain is extremely vulnerable to chemical exposures in utero and early childhood, and the negative effects can be lifelong. Chemicals can cause permanent brain injury at low levels of exposure in fetuses or young children that would have little adverse effect in an adult.

Eco-Healthy Tips to Reduce Exposure to Brain-Damaging Chemicals

  1. Take off your shoes at the door (of your child care facility or home) to avoid tracking contaminated dust and dirt into your home.
  2. Wet mop and damp dust regularly. Many chemicals cling to dust, so keeping a clean house is more important than ever.
  3. Wash hands frequently. For children, hand-to-mouth behavior is a primary exposure route. 
  4. If you live in a home or work in a child care facility built before 1978, have the external and internal paint tested for lead. If you’re pregnant or have a small child, ask your doctor to check their blood lead level.
  5. Eat safer fish. Avoid swordfish, tilefish, King mackerel, and shark. The EPA and FDA advise eating up to 12 ounces (2 average meals) a week of a variety of fish and shellfish lower in mercury, like shrimp and salmon.
  6. Choose organic produce whenever possible.
  7. Look for furniture and children’s products that are flame-retardant-free.
  8. Choose rice-free packaged snacks. Snacks made with rice flour can be high in arsenic.
  9. Select BPA and phthalate-free household and personal care items.
  10. Choose 3rd party-certified green cleaning products (e.g., Green Seal, EcoLogo, or EPA’s Safer Choice).

Learn more about our eco-healthy best practices that can help protect brains in our checklist!


¡Junio ​​es el Mes de la Conciencia del Cerebro!

El mes tiene como objetivo crear conciencia sobre la enfermedad de Alzheimer y la salud del cerebro en general.

Problemas neuroconductuales, como el autismo,desorden hiperactivo y deficit de atencion (TDAH), y dislexia, afectan alrededor del 10-15% de los niños nacidos hoy. Los genes desempeñan un papel en algunos de estos trastornos, pero solo alrededor del 40% de los trastornos pueden explicarse solo por los genes, por lo que el medio ambiente juega un papel importante en afectar la salud del cerebro.

Hay fuerte evidencia de una conexión entre los trastornos del neurodesarrollo en niños y exposición a estos químicos: Plomo, methylmercury (metilmercurio), polychlorinated biphenyls- PCB (bifenilos policlorados), arsenic (arsénico), chlorpyrifos (clorpirifos) y DDT (pesticidas), polybrominated diphenyl ethers (éteres de difenilo polibromados) (retardantes de llama), Bisphenol-A (bisfenol-A) y phthalates (ftalatos).

Estos productos químicos que dañan el cerebro se encuentran comúnmente en nuestros alimentos, agua, tierra, pintura, productos de limpieza y cuidado personal, suministros de arte, muebles, juguetes y muchos otros artículos cotidianos.


El cerebro en desarrollo es extremadamente vulnerable a la exposición química en el útero y la primera infancia, y los efectos negativos pueden durar toda la vida.. Los productos químicos pueden causar lesiones cerebrales permanentes a bajos niveles de exposición en fetos o niños pequeños que tendrían pocos efectos adversos en un adulto.

Consejos ecosaludables para reducir la exposición a sustancias químicas que dañan el cerebro

  1. Quítese los zapatos en la puerta (de su instalación de cuidado infantil u hogar) para evitar arrastrar polvo y suciedad contaminados a su hogar.
  2. Use un trapeador húmedo y un paño húmedo regularmente. Muchos productos químicos se adhieren al polvo, por lo que mantener la casa limpia es más importante que nunca.
  3. Lávese las manos con frecuencia. Para los niños, el comportamiento de llevarse la mano a la boca es una vía de exposición principal.
  4. Si vive en una casa o trabaja en una instalación de cuidado infantil construida antes de 1978, haga que la pintura externa e interna se someta a pruebas de plomo. Si está embarazada o tiene un hijo pequeño, pídale a su médico que le revise el nivel de plomo en la sangre.
  5. Coma peces más seguros. Evite el pez espada, el pez tilejo, la caballa real y el tiburón. La EPA y la FDA aconsejan comer hasta 12 onzas (2 comidas promedio) a la semana de una variedad de pescados y mariscos bajos en mercurio, como los camarones y el salmón.
  6. Elija productos orgánicos siempre que sea posible.
  7. Busque muebles y productos para niños que no tengan retardantes de llama.
  8. Elija bocadillos envasados sin arroz. Los bocadillos hechos con harina de arroz pueden ser altos en arsénico.
  9. Seleccione artículos para el hogar y el cuidado personal sin BPA y ftalatos.
  10. Elija productos de limpieza ecológicos certificados por Green Seal, EcoLogo o Safer Choice de la EPA.

¡Obtenga más información sobre nuestras mejores prácticas ecológicas saludables que pueden ayudar a proteger los cerebros en nuestra lista de verificación!